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En esta primera escena de la película “The Conversation” de Francis Ford Coppola, hay un cambio continuo entre sonido diegético y no diegético, así como una combinación de ambos. Si bien en el comienzo podemos discernir que la música forma parte de la narración, por lo que se nos muestra en la escena y por cómo se escucha (música sonando al aire libre), no se nos muestra la fuente de esta música. Es decir, podemos afirmar que hay una banda tocando en la plaza que vemos en la escena por la música que se escucha en el sonido ambiente, pero no vemos esa banda, por lo tanto, podríamos decir que en parte este primer sonido es no diegético. Al mismo tiempo, a medida que la imagen nos deja ver a los personajes más de cerca, podemos notar que hay sonidos del ambiente sincronizados con lo que vemos, en este sentido el sonido es diegético. Por esto, a mi parecer, el sonido en este primer momento es en cierto modo diegético pero incorpora sonidos del “fuera de campo” que de algún modo sirven de indicio de lo que no podemos ver, pero que forma parte del entorno de los personajes.
Al avanzar la escena, vemos a dos de los personajes principales circulando por una plaza, al empezar a escuchar sus voces, nos damos cuenta que el sonido diegético que percibimos en ese momento proviene de un micrófono que tienen implantado, ya que sus voces predominan y el sonido ambiente va modificándose a medida que se desplazan.
Más adelante, por momentos, ese mismo sonido se convierte en no diegético, ya que continuamos escuchándolo pero se nos muestran otros personajes realizando otras acciones. Por ejemplo, vemos como al aparecer un nuevo personaje que ingresa a una camioneta y se encuentra con otros, continuamos escuchando las voces de los personajes en la escena anterior.
Luego, podríamos decir, que ambos sonidos vuelven a coexistir, ya que en esta nueva escena dentro la camioneta, podemos escuchar el sonido diegético que proviene de este espacio y las conversaciones de los personajes que se nos muestran. Pero también escuchamos el sonido no diegético proveniente del micrófono implantado en los personajes que ya no vemos, que cabe aclarar, no todos los personajes en la camioneta lo escuchan, sólo el que tiene los auriculares. De este modo se intercalan los sonidos continuamente, por momentos coexisten ambos y por momentos sólo es diegético, sólo escuchamos la conversación de los personajes que estamos viendo.
Por otro lado, también nos encontramos con el sonido diegético externo, ya que los personajes en la camioneta están conversando acerca de los personajes principales, que aparecieron en un primer momento.
El fragmento finaliza con música de fondo, que no escuchan los personajes, porque es externa a la trama, sonido no diegético. Y sonido ambiente sincronizado diegético.

En la obra “Silencio” de David Moreno (1957) podemos encontrar el concepto que Haro desarrolla como sonido visual. Esta obra está formada por páginas de libros encontradas por el artista, que poseen fotografías impresas de máscaras mortuorias y cornetas hechas de papel, que fueron colocadas sobre sus bocas. “Silencio” busca utilizar la sonoridad de las imágenes, es decir, se muestra visualmente un objeto que tiene sonido potencialmente. Se trata de un objeto visual silencioso, que al verlo, por la relación sinestésica entre la vista y el oído, nos sugiere el sonido como un elemento poético que le es propio. Moreno agrega en su obra bidimensional el sonido como metáfora y la dota de una duración.

Conceptos desarrollados por Jorge Haro

Moreno, David. (2012) "Silence", Vista de la instalación en la Bienal de Sao Paulo.

Las esculturas de Harry Bertoia (1915-1978), por otro lado, están implicadas en lo que Haro desarrolla como la relación entre el sonido y la escultura. Las esculturas dejan de ser un objeto meramente visual, dejan el silencio que les es propio de lado, para combinarse con otros lenguajes y comenzar a producir sonidos. Bertoia construyó estas esculturas de metal y cobre para generar sonidos a través de sus vibraciones, para que puedan moverse en el aire y tocarse como instrumentos. De este modo, sus obras son objetos visualmente atractivos, pero también son objetos sonoros. Por su materialidad, no podríamos imaginar que los sonidos emitidos por estas esculturas serían tales, pero el aire forma parte de estas obras tanto como el metal, y juntos producen un sonido casi metafísico.

La relación entre el sonido y la escultura

A partir de la producción artística “Esto no es un mapa sonoro de Río Chubut” del Colectivo Esporas, podemos analizar la relación entre el sonido y el espacio planteada por Haro. En este proyecto que se desarrolla de manera virtual, a través de un página web, podemos ver el mapa del Río Chubut y todo a lo largo de su recorrido, podemos encontrar sonidos de diferentes fragmentos específicos del mismo, acompañados de imágenes y testimonios de personas que integran movimientos contra los proyectos extractivistas. De este modo se reconstruye el espacio colectivamente a partir de los registros individuales de los habitantes del lugar, registro de sonidos, imágenes y testimonios que forman este recorrido espacial. El audio-espectador tiene una participación activa es este trabajo, no sólo por ser necesario para completar la obra, sino también porque puede sumar su propio registro al mapa y formar parte de su producción.